Presentación de síntomas
Hiperactividad
- Mueve con frecuencia manos y pies, golpetea con objetos, rompe cosas, etc.
- Se mueve sin finalidad concreta, se levanta constantemente, le cuesta permanecer sentado y se remueve en la silla.
- Hablan en exceso y son ruidosos.
- Hace ruido, canturrea o realiza sonidos inapropiados con la boca.
- Al crecer la hiperactividad motriz se modera y disminuye aunque se mantiene cierta inquietud interna.
Impulsividad
- Responde sin pensar, incluso antes de que le terminen de formular la pregunta.
- Le cuesta guardar su turno en actividades, conversaciones o
- Interrumpe conversaciones y actividades de otros.
- No prevé las consecuencias de sus actos.
- Actúa sin pensar, le resulta difícil no decir lo primero que se le viene a la cabeza sin reflexionar, y sufre las consecuencias dándose cuenta cuando ya es demasiado tarde.
Inatención
- Parece no escuchar cuando se le habla.
- Se distrae con facilidad.
- Le cuesta iniciar una actividad (“ponerse en marcha”).
- No termina las tareas, cambia de actividad con frecuencia, se aburre, etc.
- Es desorganizado y descuidado en sus tareas escolares y de casa.
- Pierde y olvida cosas necesarias (libros, lápices, abrigo, etc.).
- Evita tareas que supongan esfuerzo mental sostenido.
- Comete errores por descuido.
La dificultad de atención/concentración es el síntoma más persistente.

Si acaba de leer las características del TDA-H, seguramente estará pensando que todos los niños en algún momento de su vida presentan alguna de estas conductas y eso no supone un “problema”. Tiene toda la razón pero cuando estos comportamientos se presentan con una persistencia, intensidad y frecuencia mayor de la esperada para un niño de su edad e interfiere en su vida diaria (escuela, casa, entorno social) crean un desajuste en el niño, entonces podemos empezar a sospechar un TDA-H.
Algunos niños pueden compensar sus síntomas con unas buenas capacidades intelectuales y pasar desapercibido hasta la adolescencia o la vida adulta.
Como es lógico, estos síntomas dificultan el rendimiento académico, las relaciones interpersonales y las exigencias de comportamiento en el aula. A menudo, las circunstancias reseñadas no dejan translucir las cualidades y habilidades que las personas con TDAH poseen.
Características positivas del TDAH en la infancia
En la infancia destacan por ser:
- Nobles y cariñosos
- Sensibles, dispuestos siempre a ayudar.
- Buena memoria visual.
- Buen observador de comunicación no verbal, intuitivos.
- Optimistas y espontáneos.