La adolescencia puede ser una etapa difícil para los adolescentes que sufren el trastorno; a los desafíos propios de la edad, pueden unirse otras dificultades:
- La hiperactividad se modera, se transforma en inquietud, y la impulsividad y la desatención permanecen.
- Su auto-concepto y autoestima puede llegar a ser negativa, favoreciendo la aparición de problemas asociados.
- Desmotivados por las tareas escolares, les cuesta organizarse, trabajar solos y terminar las tareas. Necesitan supervisión frecuente.
- Puede darse una bajada de rendimiento académico (tras años de fracasos, se sienten incapaces de aprobar y muchos se rinden).
- Pueden llegar a ser muy irritables, discutidores, desafiantes, intolerantes y caprichosos. Pensamientos poco reflexivos.
- Puede plantear problemas de disciplina, enfrentamientos con padres y profesores.
- Pueden tener pobres relaciones sociales. Desconfían de su capacidad para afrontar el futuro y dudan ser aceptados socialmente.
- Presentan comportamientos arriesgados.
Es frecuente que en esta etapa se generalice la sensación de fracaso personal, académico y social.